Cuando en 2015, todos los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembro de las Naciones Unidas, deciden adoptar una hoja de ruta llamada Agenda 2030, con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, los conocidos como ODS y 169 metas, nadie podía imaginar una pandemia como la que estamos viviendo con el coronavirus, COVID-19. ¿O sí?
La Agenda 2030 propone un plan de acción global para transformar el mundo, mediante alianzas no solo de los gobiernos sino de la sociedad civil. Se pretende conseguir un planeta sano, donde convivan todos los pueblos en prosperidad, en paz y sin pobreza (y me recuerda a People, Planet, Profit[1]), en definitiva, sostenible. Para llegar a ello, se necesita una profunda transformación social y económica, y quizá para algunos países, el ser conscientes de que es un asunto global y que todo suma para el cambio.
La pandemia que estamos viviendo no solo nos está mostrando lo vulnerable que es la humanidad, sino al mismo tiempo, lo poderosos que somos. Las medidas restrictivas que se están tomando en varios países como el confinamiento, están ayudando a regenerar el planeta. El Informe de la ONU de 2019 sobre los ODS, identifica áreas que necesitan de una atención colectiva urgente, como es el caso del medio ambiente y el cambio climático. Sin ir más lejos, 9 de cada 10 residentes urbanos respiramos aire contaminado[2]. Quizá estas medidas de aislamiento consigan cambiar estos preocupantes datos que lamentablemente muchos desconocen.
Tenemos una década por delante para alcanzar los Objetivos, pero hemos necesitado de una desgracia en forma de virus para reaccionar con convencimiento. Es una cuestión de sostenibilidad, una necesidad de disminución urgente de la huella material per cápita (ODS 12) y de las emisiones mundiales de carbono (ODS 13), de garantizar una vida sana promoviendo los servicios esenciales de salud para todos (ODS 3), de potenciar el empleo a través del crecimiento económico sostenido e inclusivo (ODS 8), hasta unas medidas higiénicas mínimas y gestión del saneamiento para todos (ODS 6) pueden ayudarnos a tener un planeta sostenible para nosotros, para nuestros hijos, para el presente y para el futuro. Estamos aprendiendo que un simple hecho como lavarse las manos con agua y jabón puede salvar vidas. Pero debemos ir más allá y debemos conocer que lo que es para nosotros un sencillo gesto, en otros países es un verdadero desafío, ya que el 40% de la población mundial, alrededor de tres mil millones de personas, no tiene instalaciones básicas de lavado de manos con agua y jabón en sus hogares[3] ¿y aún nos cuesta ese sencillo gesto?
Otro desafío que nos está enseñando esta crisis son los datos. Invertir en datos es una necesidad para todos los países, ya que la mayoría de ellos no recopila información rigurosa y lo estamos comprobando con esta pandemia. Con los datos, podemos conocer a lo que nos enfrentamos, para poder frenarlo y para poder mejorar. Los datos son necesarios en todas las áreas y en todos los sectores para que no existan grupos invisibles. Son necesarios para luchar tanto contra epidemias como para mejorar nuestra economía y progreso.
El COVID-19 también nos está enseñando que frente a este tipo de situaciones, en términos generales, la humanidad aun no piensa en sostenible. En países como España donde no tenemos escasez alimentaria, no es responsable y mucho menos sostenible que acabemos con productos de primera necesidad o que acumulemos alimentos que otras familias más vulnerables puedan necesitar. Seamos conscientes. La Agenda 2030 se creó para ello, para ser una brújula para todos, seamos del país que seamos o tengamos el nivel social que tengamos. Aun estamos a tiempo de crear oportunidades y de obtener conclusiones que ayuden a la sociedad tras esta crisis, para no tener que enfrentarnos a otra, que si no cambiamos nuestra manera de actuar, inevitablemente vendrá.
Mientras los humanos nos estamos enfermando, es el planeta quien se está sanando. Cuando acabemos con la epidemia, no debemos olvidar que nuestro planeta no puede volver a enfermar. Ese es nuestro verdadero desafío.
[1] El conocido término “Triple Bottom Line” o “Triple cuenta de resultados” para las empresas sostenibles acuñado por John Elkington.
[2] ODS 11. Según el informe de las Naciones Unidas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2019. https://unstats.un.org/sdgs/report/2019/The-Sustainable-Development-Goals-Report-2019_Spanish.pdf
[3] ODS 6. Datos de UNICEF, 2020.